En primer lugar, se hallan las campañas publicitarias internacionales que
no son traducidas. Podemos citar, por ejemplo, a marcas como Coca-Cola, Nike con su lema «Just Do It», o Nespresso con «What else?» que no ha sido traducido a ningún
otro idioma. Existen muchas marcas como estas que prefieren utilizar el inglés
como «lengua franca», es decir, dan por hecho que toda la gente en todo el
mundo es capaz de entenderlo; por eso utilizan lemas breves, claros y
persuasivos.
Jean Dujardin y George Clooney en el ultimo anuncio para Nespresso. |
Generalmente, las marcas que utilizan este tipo de campañas son las que ya
están relacionadas con su logotipo; es decir, que no necesitan una gran
argumentación ni muchas palabras para llamar la atención de su público, porque
ya tienen una imagen de marca o su lengua de origen funciona como un elemento
que define su imagen. Por ejemplo, marcas de perfumes franceses (Yves Saint Laurent, Dior, etc.) se quedan con sus lemas en francés, porque confiere más
exotismo.
Cuando hablamos de verdadera traducción publicitaria, hablamos de un tipo
de traducción muy especial que no es comparable a ningún otro. La práctica que
consiste en dejar sin cambio el anuncio, o sea, sin modificarlo textualmente,
no se utiliza mucho en el dominio publicitario. La razón de esta diferencia con
otros tipos de traducciones es que la lengua y la cultura de un país pueden ser
obstáculos a una campaña de promoción internacional. Por ejemplo, el lema de
una marca puede funcionar en un idioma, mientras que su traducción no
funcionará en absoluto en ningún otro. El lema debe permanecer persuasivo,
independientemente del país en el que se encuentre; por eso, los traductores
utilizan la adaptación.
Por ejemplo, la adaptación de la empresa L’Oréal para la publicidad de sus champús «L’Oréal, parce que vous le valez bien.»
en francés, traducido en español como «L’Oréal, porque tú lo vales.» Frente a
la cultura de España, donde los españoles no utilizan mucho «usted», el
traductor ha decidido adaptarlo utilizando «tú», que es más común. Si se hubiera
mantenido con «usted», el lema habría podido producir una sensación
desagradable para el receptor español, que no esta tan acostumbrado a oír esto,
ya que esta forma de cortesía se emplea en el tratamiento formal e implica
cierto distanciamiento. La regla más importante a recordar es que el mensaje
debe de ser adaptado tomando en cuenta las expectaciones culturales del
receptor.
Algunas empresas, por motivos financieros, han tomado el riesgo de traducir
sus propios lemas. Para algunas de ellas ha funcionado bien, pero no es el caso
de todas. Hubo campañas que fueron un verdadero desastre a causa de una mala
traducción que ha desacreditado a la marca. Por ejemplo, la marca de comida
rápida americana KFC, con su lema «Finger
lickin’ good», ha tenido problemas en China con su traducción, puesto que
significaba «come tus propios dedos», en lugar de «es bueno hasta para chuparse
los dedos». Se observa también el ejemplo de la compañía aérea Braniff Airlines, que ha traducido su
lema «Fly in leather» por «Vuela en cuero», en español. Se trata de un doble
significado en la traducción española que hará famoso este lema, puesto que, en
América Latina, «en cueros» es una expresión popular para decir «desnudo». Es
como si la compaña invita al cliente a «volar desnudo» con ellos.
La traducción publicitaria plantea más dificultades para el traductor que
una traducción tradicional, debido a que en la traducción publicitaria se deben
tener en cuenta factores como la rima, las aliteraciones y yuxtaposiciones, la
retórica, la utilización de recursos como la metáfora, la intención persuasiva,
la aglutinación sintética y semántica, los paralelismos, etc. El traductor
tiene que sobrepasar las barreras lingüísticas y considerar la perspectiva
cultural. Es decir, debe reflexionar para ser capaz de encontrar palabras que puedan
tener el mismo impacto en el receptor de otro país.
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